Exposición “El bronce dominado” de Rogério Timóteo en la Galería 3 punts

Exposición “El bronce dominado” de Rogério Timóteo en la Galería 3 punts 


Del 03.11.22 al 07.01.23


Rogério Timóteo nació en Anços, municipio de Sintra, en 1967. De 1985 a 1989 es alumno de Mestre Anjos Teixeira. A partir de 1989 desarrolla trabajo individual. En 1991 frecuenta el Curso "Nuevas Tecnologías en Mármol" en Vila Viçosa. Posteriormente frecuenta el curso de dibujo con modelo vivo en la Sociedad de Bellas Artes en Lisboa. Actualmente vive y trabaja en el municipio de Sintra. Cuenta ya con más de 46 exposiciones individuales y más de 300 exposiciones colectivas y de grupo. Está representado en colecciones privadas en Portugal y en el extranjero.


Ecos de la Existencia


Busco en mí, a través de las capas del tiempo, el significado de cada gesto. Me encuentro, sin excepción, dibujando las mismas líneas, modelando la misma forma en arcilla, esculpiendo la misma piedra.


Vuelvo constantemente a las mismas ideas primordiales como si las docenas de obras no fueran todavía suficientes para explicar mis sentimientos. La insatisfacción mora en mí y me lleva a buscar repetidamente en el material para la realización de estas ideas sin, sin embargo, ser capaz de vislumbrar su conclusión.


Durante el proceso, en la fase mental creativa o en la fase física y laboriosa, soy recompensado con breves momentos de lucidez y en estos pocos segundos siento plena satisfacción en la ejecución de la obra, breves segundos que dan sentido a mi existencia.

 

Creo que el hecho de haber nacido en una región predominantemente dedicada a la extracción y transformación de la piedra influyó en mi trayectoria artística, es decir, en la preferencia del material, la piedra.


Esta oportunidad, me permitió, desde joven, la percepción de la dureza y el esfuerzo que es trabajar la piedra, en las formas más variadas, desde la piedra industrial, la piedra artística y la escultura. En esta zona conocí y viví con grandes canteros, que me enseñaron a conocer las características de las diferentes piedras y la mejor manera de trabajarlas.


En 1985 conocí al que se convertiría en mi gran maestro de escultura. El escultor Pedro Anjos Teixeira me aceptó como su alumno y durante cinco años de clases privadas me enseñó dibujo, modelado de figuras de arcilla, modelado de yeso y una multitud de detalles artesanales que solo es posible a través del testimonio directo. Además de la enseñanza práctica, Mestre Anjos Teixeira, al creer en mis habilidades, creó en mí la confianza que necesitaba para iniciar un viaje individual en la escultura.

Durante más de veinte años he estado desarrollando un camino, yo diría solitario, de naturaleza figurativa, expresándome a través de la figura humana y preferiblemente usando piedra, mármol, bronce y recientemente resina.


El cuerpo humano siempre me ha fascinado en sus variadas formas, actitudes y expresiones, y a través de él trato de captar en lo material la esencia de la idea.


La escultura es como muchas artes, un proceso largo, técnicamente exigente y también físicamente duro. Durante el tiempo que lleva ejecutar una escultura de piedra, semanas o meses, será cuestionable si la idea inicial permanece, sin embargo, si el primer enfoque se lleva a cabo de forma segura y firme, la única dirección posible para materializar la escultura se registra en los trazos iniciales. 

La concepción de la obra es subjetiva, no puedo explicarla de manera racional. En la gran mayoría de los casos la idea crece en mi mente durante mucho tiempo, pasando por varios estados formales, hasta llegar a un resultado de compromiso en términos de dimensiones y materiales, otras veces, pasando al lado de un bloque de piedra, Alcanzo un fugaz vistazo de una forma aprisionada dentro de ella e inmediatamente dibujo la forma en ella para no perder la idea. Volveré más tarde para trabajar en ello.


Todas las esculturas tienen una relación diferente conmigo. Algunas piezas alcanzan su punto culminante en la fase de concepción y, por diversas razones, se desvanecen, otras comienzan como un calor bajo, causando grandes momentos de éxtasis puro dentro de mí antes del resultado final.


Estas últimas líneas me llevan a concluir que mi dominio de la obra es relativo y fugaz, pero es precisamente esta incertidumbre la que alimenta la llama de la creatividad.


En el momento después de su finalización, hay, por mi parte, una cierta ambigüedad. Necesito mantener las esculturas bajo mis ojos por un tiempo, ya que son parte de un momento en mi vida, sin embargo, también siento satisfacción cuando cierta escultura encuentra su lugar con alguien que sabe cómo apreciarlo.


En la sociedad, algunos de nosotros artistas tenemos la necesidad y la voluntad de acercarnos a los límites impuestos e incluso de superarlos. En esta incesante búsqueda de lo nuevo, de lo original, de lo diferente, de las nuevas formas de expresión están surgiendo en cualquiera de las artes, ya sea la música, el cine, la pintura, la escultura, etc. que serán asimiladas por la sociedad contribuyendo a su evolución.


No sé cuál será el papel de la escultura en el futuro, sin embargo, hoy sabemos quiénes fuimos en el pasado debido al legado dejado por tantos artistas.


Fuente Fotografías y Textos 👉 web Galería 3 punts






















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