<miradas cruzadas> 8: NOCTURNOS
Del 24 de marzo al 25 de mayo
de 2014 (Entrada gratuita)
Caspar David Friedrich. Mañana de Pascua, 1883 |
Del 24 de marzo al 25 de mayo el museo
Thyssen-Bornemisza presenta una selección de diez obras de las colecciones Permanente
y Carmen Thyssen‐Bornemisza basada en Escenas
de noche cerrada y horas fronterizas del crepúsculo y el alba, se exponen ahora
juntas en el balcón mirador de la primera planta, con
acceso directo y gratuito desde el hall central.
Una evolución del nocturno en la pintura,
visto en muchos casos como el momento en el que afloraban las brujas, los
fantasmas, ladrones y asesinos. Encuentros misteriosos y tétricos en los que, mientras la ciudad duerme
a su vez también pueden ocurrir cosas en el exterior o
simplemente podemos dedicarnos a observar la maravillosa
penumbra nocturna
llena de paz y
tranquilidad. Una serie de historias del paisaje nocturno llena de belleza y
múltiples sensaciones. Admirar los efectos mágicos de la luna y la iluminación
que provoca en la tierra con sus propios colores.
Atkinson Grimshaw. Noche con luna, 1880
|
De lo
pintoresco de Vernet a lo sublime de Friedrich. El crepúsculo como agonía del
día, con su combate final entre luz
y tinieblas, dará lugar a grandes espectáculos cromáticos. Desde finales del siglo XIX, el nocturno se centró en los nuevos medios de iluminación, el gas y
la electricidad.
Pero la noche moderna es urbana. Georgia
O’Keeffe nos revela una Nueva York insólita. La luna, la farola con halo y el
disco rojo del semáforo forman, con el rascacielos y la aguja de la iglesia,
una composición casi abstracta, pero de
profundo simbolismo romántico.
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