GOOD BYE

En abril de 1943 Alfred Eisenstaedt captura para la revista Life con su cámara las dramáticas despedidas de los soldados que se marchan a la Segunda Guerra Mundial. Muchas de esas imágenes son tan expresivas que transmiten en un solo segundo una relación, toda la intimidad....
y, en definitiva, la angustia de la separación del ser amado. Algunas dejan entrever otras situaciones. Sin duda en momentos de tensión extrema es cuando el ser humano toma conciencia del instante, se concentra, focaliza toda su atención en un hecho que tal vez pueda resultar en si mismo banal, pero que en realidad es de un gran transcendentalismo. Sólo un buen fotógrafo es capaz de captar toda la intensidad en un disparo. De todas esas fotos a mí me encanta ésta porque no capta una sola historia, es mucho más intensa, más dispersa, tiene variados matices y todo eso en un instante de vida.

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