Exposición “Anhels d’una deessa menor” de Llorenç Garrit en la Galería Marimón

Exposición “Anhels d’una deessa menor” de Llorenç Garrit en la Galería Marimón


A partir del 11 de enero de 2024


Exposición individual de Llorenç Garrit en la Galería Marimón


Diosas ctónicas contemporáneas


Anhels d’una deessa menor hace referencia a las divinidades femeninas que no pertenecen a la principal jerarquía de dioses y diosas. A menudo se asocian con aspectos específicos de la vida, la naturaleza o la sociedad. Dentro de este conjunto de diosas, existen las diosas ctónicas, divinidades femeninas asociadas con la tierra, el inframundo y los ciclos de la vida y la muerte. Figuras que han sido representadas durante siglos por los artistas con obras como El Nacimiento de Venus de Botticelli, Perséfone secuestrada por Hades de Peter Paul Rubens o Las Tres Gracias de Auguste Rodin entre otros. Estas figuras han ido evolucionando a lo largo de los siglos, pero siempre han sido importantes en la mitología y la cultura popular.


La exposición creada por Llorenç Garrit es una narración artística sobre la religión, la mitología, la iconología, símbolos y letras que configuran la historia del ser humano pero con un matiz diferente: sus obras se basan en estos conocimientos para crear un discurso nuevo, una nueva historia sobre “diosas ctónicas contemporáneas”.


Las “diosas ctónicas contemporáneas” son figuras femeninas que representan acciones o sentimientos actuales que vendrían a ser la evolución o descubrimientos que hacen al ir creciendo en forma y contenido de las mismas. Son diosas que esperan ser adoradas por sus fieles, como ocurre en la religión japonesa del sintoísmo. Éstas anhelan su existencia, pues solo el reconocimiento se lo dará.


Alrededor de estas figuras encontramos otras obras con composiciones similares entre ellas, donde existe una figura principal (la mano) rodeada de objetos y símbolos, como si tratara de un santuario sagrado de estamentos divinos. Esos escenarios que las diosas necesitan para su creación y adoración, sin embargo, estos santuarios recogen mensajes paradójicos donde se encuentran la fe y la razón, la ciencia y la creencia.


La mano más figurativa que surge de los extremos de la obra hace referencia a las representaciones cristianas, como en La Creación de Adán de la Capilla Sixtina, donde el maestro toscano plasmó el momento en el que Dios da vida a Adán. Estas manos solitarias anhelan el querer creer, el querer llegar a tocar la dignidad y formar parte de la misma. La ilusión de llegar a ser parte de lo divino o lo más cercano a ello, pues eso construye un ser mejor. También encontramos elemen- tos reconocibles que hacen alusión a esta búsqueda del ser humano por la divinidad, como el semicírculo de una sola pincelada que está inspirado en el icono del oriental Feng Shui. Una forma que simboliza la organización del espacio vital para crear equilibrio con el mundo natural, aprovechando la energía del Chi para llevar la armonía a los observadores y su entorno. O las pirámides que representan la grandeza o esplendor de una civilización, reforzando así la idea de conseguir que el ser mortal llegue a las estrellas, al infinito.


Sin embargo, la mano está representada de manera figurativa, haciendo alusión a la razón, el raciocinio occidental, y el fondo es un color plano pero profundo compuesto por elementos suspendidos dentro de un universo que siempre queda abierto, sin horizonte, que no conduce hacia ningún lugar, pues vuelan en el espacio infinito; un concepto explorado por las religiones y la ciencia durante siglos que tiene numerosas connotaciones diferentes y su significado puede variar según el punto de vista.


Estas perspectivas inexistentes, la figura, y los elementos, son tan diversos que favorecen la propia interpretación ante las creencias o las hipótesis creadas sobre teorías del conocimiento, donde todas se mezclan y conviven en una sola obra generando una narración personalizada a cada uno de los espectadores.


Esto nos lleva al último punto en cuestión, las diosas a la espera de una adoración y unos altares que resaltan la po- sibilidad de simulación. Lo que vemos y lo que llegamos a interpretar, no son más que ideas (referencia a los escritos platónicos), pues toda la exposición dará un giro narrativo con una acción performática en la cual, a través de la luz negra las imágenes cambian, creando un nuevo discurso. Quizás, entre entes inmateriales, absolutos, inmutables y universales independientes del mundo físico pueda hallarse una nueva adoración que permita la existencia de las nuevas diosas contemporáneas.


Sara G. Arjona Palma de Mallorca. 

Diciembre del 2023


Fuentes imágenes y textos 👉 Galería Marimón


 












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